Quizá esta estrategia de autocorrección deberíamos aplicárnosla también los adultos, y cómo no, lo que se plantea en la sesión 2 de la asignatura por la que escribo este blog, es la reflexión del profesor tras haber dado una clase.
Muchas veces al salir del aula salimos con sensaciones positivas o negativas y, desde mi experiencia docente, pocas veces me paro a pensar qué cosas he hecho bien y necesito continuar haciendo, y cuales son las cosas que han salido mal y debo plantear una mejora.
Como futura profesora de ELE y estudiante de una L2, la reflexión en el aprendizaje de una lengua creo que debe de ser diario, compartido ya que conlleva la memorización de muchos factores léxicos, gramaticales, morfológicos, fonéticos.... que son los que crean el lenguaje. A todo esto, hay que añadirles los factores que influyen en la lengua oral como son, expresiones, secuencias fraseológicas....
Buscando por internet, me he encontrado este libro que querría compartir con vosotros:
En el capítulo 4 y 5 habla sobre cómo llevar la práctica reflexiva en el día a día y diferentes modelos que han estudiado su importancia.